Emociones afloradas

La melancolía que me produjo aquella primera noche en la isla, me hizo pensar que la pasión que sentí por primera vez por esa joven, no sería suficiente para llegar a enamorarme bajo la Luna. El misterio del amor me sigue desconcertando, porque a veces, la efervescencia de la felicidad por las cosas más sencillas es lo que hace que me siga agarrando a la vida. 

Entradas populares de este blog

¡Teide nevado!

La "locura" y una sociedad desigual

Escuela de Náutica de "University of La Laguna"